Las personas creen
ser dueñas de su destino por tener un trabajo, fama y dinero. Quizás una
familia numerosa y feliz, pero no cuentan con la llegada de un tercero. Que
sin razón alguna llega a tu vida, asesina a tu familia, te asesinan a ti.
Esa fue la historia
de Perry y Dick, unos asesinos que fueron famosos en las noticias del New York Times. Hablamos del año 1959, la ubicación, un pueblito de Kansas, USA. Lo que despertó
la curiosidad de un periodista llamado Truman Sterckfus Persons, o más conocido
como Truman Capote.
Truman Capote empezó a escribir desde muy niño, quizás por que era un Nerd, o quizás por el aislamiento que sufrió en su infancia.
Estudio en Trinity School y en St. John´s Academy de Nueva
York. A los 17 años consiguió trabajar para la revista The New Yorker, que consistía
en seleccionar tiras cómicas y recortarlas.
Pero no estamos aquí
para que te enteres de la vida de un periodista, sino, de cómo
fue construyendo su propio destino.
Siguiendo con el primer párrafo; Capote, se intereso
en el caso de los asesinos a tal punto de ir a visitarlos a la misma prisión.
Digamos que Capote
era medio afeminado, pero su manera de manejar la situación delante de un
asesino, eran de tomar lápiz y papel para aprender del gran pendejo.
Un
periodista nato, que con tan solo un despliegue de frases guapas podía engañar,
hasta el mismísimo Satán.
Cuando las cosas ya
no iban bien para los asesinos, y las visitas dejaron de ser aceptadas, Capote
soborno sutilmente al mismo Alcaide de la prisión para que pudiese entrar.
El lugar en el que
se encontraba Capote al momento de visitar a los asesinos en presión, era la
de una vieja chismosa, y digo vieja chismosa porque nadie pudo notar lo que en el fondo
trataba de hacer. El fin de visitar por más de 5 años a unos asesinos condenados a pena de muerte, fue nada más y nada menos, para construir toda una historia que
Capote iba escribiendo en un libro que sacaría al mercado en un corto tiempo.
Los asesinos pensaban que Capote se había convertido en su amigo, pero ¡no!, el trabajo lo convertiría en algo que no era. Un pendejo veterano en una época que la sociedad aprobaba la pena de muerte.
obvio que el obrero es digno de su salario, pero un salario que Capote recibiría a largo plazo.
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